Diciembre 2009 Miércoles 23
| Miércoles 23 de Diciembre | [ MODIFICAR ] |
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Buenos dias a todos. 23 de Diciembre ya. Hoy mi día va a estar dedicado a envolver regalos, cosa que adoro. En las tiendas me preguntan: "¿Se lo envuelvo para regalo?" , "No, no, me lo llevo puesto" aunque sea una botella de buen Whisky (cosa que queda entonces muy mal) o un pelele para bebé (cosa que aún quedará peor). Hablando de regalos y paquetes... Una de las costumbres catalanas en estas fechas es nuestro tradicional "Caga-tió" . Por si alguien no conoce esta práctica Navideña, paso a explicarlo, que ya sabéis a mi no me cuesta nada, más bien lo contrario. El madero en cuestión está adornado con la típica barretina y lleva desde principios de diciembre alimentándose a base de cáscaras de naranja, galletas y todas las sobras de comida imaginables. Llegado el dia 24 se trata de darle con un palo con premeditación y alevosía hasta que el pobre tarugo "caga" (con perdón) pequeños presentes para los niños. En casa no solíamos hacerlo, pero desde que Oscar supo de tan generoso tronco en la escuela, cada año colocamos el tió en el comedor, bien tapadito con su manta y con cara de felicidad absoluta, que hay que ver lo a gustito que está el peculiar leño. El problema es que mis hijos, despistados como son, nunca le dan de comer. El pobre tió pasa una hambre bárbara y cada año está más famélico. Yo que soy más servicial, voy dejando de vez en cuando un pedazo de pan o incluso una suculenta manzana. Oscar se preocupa un poco más por la alimentación del desvalido tronco y le ofrece en contadas ocasiones un envoltorio de polvorón (que previamente se ha comido él) con algun que otro resto de migas. La generosidad personificada. Aún así, el tió, cuando llega el momento, se muestra solidario y desprendido y obsequia a mis hijos con un detalle depués de sufrir sobre sus carnes, digo.... sus astillas, los fuertes palos que mis pequeños retoños le dan con inusual fuerza. Claro que peor fué el incidente de la semana pasada, cuando mi sobrina (de la misma edad que Oscar) vino a pasar el día en nuestra casa y al ver a nuestro flaco trozo de madera en el comedor exclamó encantada: "¡Oh! ¡Ha venido el tió a vuestra casa!" Al parecer, cuenta la leyenda que el personaje en cuestión se presenta por sorpresa en la puerta de las casas de los niños catalanes, y mi indiscreto hombrecito, con toda la frescura del mundo replicó: "Ah, no, no, nosotros lo hemos comprado en una tienda" Oscar, a sus 8 años empieza a plantearse con lógica irrebatible el "cómo es posible que un pedazo de madera pueda cagar (de nuevo perdón) esos regalos" y el otro día me dijo muy serio, con ese aire filosófico que yo no se de quien debe haber heredado tanta retórica y tanta metafísica: "Mamá, ...yo creo que el tió no da regalos, a mi me parece que eres tú quien los pone debajo de la manta cuando nos dices a Arnau a papá y a mí que vayamos a buscar palos para pegarle" "Ah..." contesté yo divertida "¿Y que te hace pensar que eso es así" y él respondió con una teoria irrefutable: Lo dicho: lógica aplastante. Pero la inocencia no tiene límites. Con el mismo cándido razonamiento, me propuso que, este año él se quedaría junto a mí, ayudándome a colocar los paquetes mientras su padre y su hermano pequeño iban a buscar con total credulidad las estacas para asestar un buen mamporro al fértil cacho de leña. "Como ni Arnau ni papá saben la verdad,...se llevarán una buena sorpresa" Besos a todos IBEL http://yaestaellistoquetodolosabe.lacoctelera.net/post/2006/12/23/caga-tio Gracias a eb3jt
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