Febrero 2010 Miércoles 10

Buenos dias a todos.

Mirad que espachurradito me saíó el icono del miércoles.

Espachurradito como yo, estos dias, con tanta lluvia y tanto frio, leñes.

Hoy parece que luce un poco el sol, pero no me fío ni lo más mínimo de este gélido y variable invierno, porque hace unos dias parecía primavera y finalmente no fué así.

Ese día amaneció cálido porque Invierno debió dormirse en los laureles.

Ví, asombrada, algún almendro en flor, que el pobre a estas alturas debe estar tan espachurrado como el icono y como yo misma.

Yo soy como los almendros (qué poético suena eso).

Al primer rayo de sol en pleno febrero, me entusiasmo y celebro con abundante frenesí la calurosa temperatura, sin sospechar que durará lo que un suspiro.

Me pongo mi camiseta fina y mi mejor sonrisa y dias después llevo encima, en sustitución de tan ligera y optimista vestimenta, un resfriado de los que hacen historia. Y todas mis flores marchitas y lacias, como el almendro.

Y luego dicen que la almendra es cara.

Me encantan los almendros en flor, es una maravillosa visión y un aviso de que la primavera está a la vuelta de la esquina, aunque esa esquina se encuentre a mil años luz todavía.

Yo siempre he querido tener un frondoso almendro en mi casa, cosa harto dificil porque no tengo jardín...pero plantar un arbol es algo que aún tengo pendiente.

Ya he tenido un hijo, ya he publicado un libro, solo me falta por hacer esa tarea, para completar la sentencia.

De hecho, el año pasado, mis alumnos, al saber que todavía me faltaba por hacer ese cometido, me regalaron un bonito ciprés, pequeño para que pudiera caber en una gran maceta en mi minúsculo patio.

Planté eufórica el arbolito y ...no os lo vais a creer, pero al cabo de unos dias, mi suegra arrancó de cuajo la inocente planta creyendo que era "una mala hierba".

Prefiero no opinar sobre tan desmesurada barbaridad, pero os aseguro que me dolió en el alma, no solo por la pérdida de mi arbol que además era un presente de mis alumnos, sino porque ella, encima, se lo tomó a guasa y en lugar de disculparse, encontró muy gracioso el hecho.

Lo dicho: sin comentarios.

Bien podría titular este hilo: "Un triste ciprés" emulando a uno de los libros de la genial Agatha Christie. Y sí, nunca mejor dicho, porque lo cierto es que me entraron ganas de asesinar a alguien.

En fin, prefiero no recordar tan disparatado asunto.

Entre laureles, almendros y tristes cipreses, (¿podéis decir sin atascaros "Un triste ciprés, dos tristes cipreses, tres tristes cipreses..."?) me ha salido un hilo de lo más vegetativo.

Os deseo que paséis un estupendo y soleado miercoles (¡de momento!)

IBEL