Julio 2009 Lunes 13

Ayer estuvimos invitados en una de esas casas que solo aparecen en las revistas como "El mueble" "Interiores" "Nuevos estilo" etc.

Casas que "da cosa" incluso pisar.

Todo tan perfectamente colocado, todo tan impecable, tan deslumbrante, tan increíblemente limpio y lujoso que te pasas un buen rato con la boca abierta sin poderlo evitar.

Casa que provocan comentarios tipo:

"Oye, ¿pues que quieres que te diga? Yo con tanto metro cuadrado...uf...Imagina lo que sería limpiar todo esto"

Y yo entonces suelto:

"¿Tu crees que los amos de esta casa se ponen el delantal y la cofia  y agarran el mocho y se ponene a fregar? Alguien que tiene una casa asi, tiene a una o varias personas trabajando
para limpiarla"

o peor:

"Oye ¿Pues que quieres que te diga? Yo con tanto espacio me perderia, a mi me gustan las casa mas acojedoras y no tan señoriales"

Y yo a eso contesto :

"Pues yo no lo hago ascos a una casa asi. Todo esto de tanto espacio y tan señorial son solemnes chorradas. Yo estaría la mar de feliz aquí. Que quieres que te diga."

Eso me recuerda a una vez que Juanjo y yo fuimos a pasar unos dias cerca de Baqueira Beret y nos atrevimos a subir para arriba y acabamos en un restaurante de esos en los que al parecer va a comer el Rey y la Reina.
Los dos en la puerta (Juanjo y yo, por supuesto ) entusiasmados:

 "¿Qué hacemos , qué hacemos? ¿Entramos? ¿Crees que despues tendremos que quedarnos a fregar platos después?" y al final nos decidimos y "¡venga, que solo es una vez en la vida , qué caray!"

Por supuesto comimos delicioso.

A nuestro lado había una mesa con dos parejas que se pasaron la tarde comentando:

 "Oye, ¿Pues que quieres que te diga? Yo he comido mejor en el Hispania" ( el  restaurante Hispania es otro de los restaurante en los que comen los Reyes de España. Esos debian hacer la ruta real de los restaurantes. De la real tonteria.)

A cada plato  hacian el mismo comentario (se lo zampaban todo, sin embargo) y se miraban unos a otros con esa superioridad y ese snobismo tan latente que te entraban ganas de tirarles migas de pan a la cabeza,  y sin embargo, en otra mesa, habia una pareja con cara de felicidad absoluta, disfrutando cada instante, incluso él se levantó y empezó a fotografiar los platos para, seguramente, luego poder decir a sus amigos "¡Yo fuí a comer aqui!"

¡Pues claro que sí!

Mis hijos ayer se lo pasaron increíblemente bien en la enorme piscina de esa enorme casa, yo me lo pasé genial, viviendo por unos instantes a todo lujo.

El ambiente fué genial y por suerte no hubo nadie que comentara el consabido
"Oye...¿Pues qué quieres que te diga...?"

¡Besos!

IBEL