Junio 2010 Jueves 17
17 de Junio | |
Muy buenos dias. Qué terriblemente incómodo se me hace escribir desde mi portátil-miniatura...agh. Pero tengo que escribir desde aquí porque desde el ordenador fijo aún es prácticamente imposible. Junio está pasando a una velocidad vertiginosa. Está apunto de terminar el curso escolar y justo ahora me ha dado cuenta de que estamos a mitad de mes. Terminé exámenes e informes y aún me quedan un par de conciertos y audiciones más. Como trabajo muy poquito, este sábado he aceptado un bolo a las tropecientas de la noche a tropecientos mil kilómetros de mi ciudad. Tengo un concierto el sábado por la tarde y tendré que ir con mi coche-casa a cumplir con el bolo musical y llegaré a casa casi para empalmar con la mañana siguiente en la que tengo otra actuación. Digo coche-casa porque cuando tengo que organizar dos o tres actuaciones diferentes en orquestas y lugares distintos, tengo que cambiarme de ropa tantas veces como conciertos tenga. En uno voy de negro, en el otro con camisa blanca y pantalón crudo, en el otro con camisa cruda y pantalon azul marino, y si a eso sumamos los diferentes instrumentos y partituras que he de llevar a cuestas... No sería la primera vez que me cambio de ropa dentro del vehículo. Es como cuando eres madre y das el pecho a tu hijo: pierdes la vergüenza ante todos porque la prioridad es otra y no estás para según qué cosas. La última vez me quedé en paños menores dentro del coche en mi afán de cambiarme el uniforme. Qué bonito espectáculo. Y más si tenemos en cuenta que llevo de copiloto a mi discreto contrabajo el cual hace que la tarea de desvestirse-vestirse sea de lo más rocambolesca. Mi coche, además de vestidor, también se convierte en cuarto de baño, porque no puedo salir de coche-casa sin haberme hecho la toilette oportuna: desodorante, cremas y hasta elixir bucal. Uh. Lo dicho: un bonito y entretenido espectáculo para los transeúntes. Un beso a todos y que paséis un feliz jueves IBEL
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